CAPITULO 4
La selección natural o la supervivencia de los más aptos
SELECCIÓN NATURAL.
No podemos dudar que los individuos que tengan alguna ventaja sobre los demás, por pequeña que esta sea, tendrán las mayores probabilidades de sobrevivir y de reproducir su especie. También podemos estar seguros de que cualquier variación en el más pequeño grado perjudicial sería rígidamente destruida. Tenemos razones para creer, según se demostró en el primer capítulo, que los cambios en las condiciones peculiares de la vida originan tendencia a mayor variabilidad y, en los casos que hemos citado, se ve que han cambiado las condiciones, lo cual sería manifiestamente favorable para la selección natural, por otorgarnos una probabilidad más de que ocurran variaciones aprovechables, ya que cuando estas no tienen lugar, la selección natural nada puede hacer. y como el hombre puede producir grandes resultados en los animales y plantas domésticas, al acumular en una dirección dada diferencias individuales, del mismo modo podría hacerlo la selección natural, aunque mucho más fácilmente que nosotros, puesto que se le concede tiempo incomparablemente mayor para su obra.
A bien del ser a quien atiende. Todo carácter selecto es plenamente formado por ella, como lo implica el hecho de haber sido escogido.
Natural está haciendo diariamente, y hasta por horas, en todo el mundo, las modificaciones de este pueden afectar la estructura de la larva; pero en todos los casos, la selección natural asegurará que dichas modificaciones no sean en manera algunas nocivas, ya que si lo fueran la especie se extinguiría.
La selección natural modificará la conformación del hijo con relación al padre y del padre con relación al hijo.
SELECCIÓN SEXUAL.
Trata de explicarnos que esta forma de selección depende de la lucha entre individuos de un mismo sexo, y generalmente entre los del masculino, para llegar a la posesión de las hembras. El resultado para el competidor vencido no es la muerte, sino poca o ninguna progenie, siendo por lo tanto la selección sexual menos rigurosa que la selección natural. Generalmente, los machos más vigorosos o aquellos que están mejor preparados para ocupar sus puestos en la naturaleza dejarán mayor descendencia.
Entre las aves, la contienda es con frecuencia de carácter más pacífico, pues hay gran rivalidad entre los machos de muchas especies para atraer a las hembras, por el canto; o despliegan hermosos plumajes para verse de la mejor manera posible. También hacen extrañas y grotescas figuras, y luego las hembras espectadoras escogen al compañero que más atractivos les ofrece.
SOBRE EL CRUZAMIENTO DE LOS INDIVIDUOS.
De acuerdo con la opinión casi universal de los criadotes, que en los animales y en las plantas el cruzamiento entre diferentes variedades o entre individuos de la misma variedad, pero de otra estirpe, da vigor y fecundidad a la descendencia; así como, por otra parte, las crías íntimas entre individuos de la misma familia disminuyen en vigor y fecundidad., de la naturaleza que ningún ser orgánico se fertilice a sí mismo durante una perpetuidad de generaciones, sino que es indispensable que de vez en cuando, y quizás con largos intervalos, tenga lugar el cruzamiento de un individuo con otro.
Volvamos por un momento a los animales, de los cuales varias especies terrestres son hermafroditas, tales como los moluscos de tierra y las lombrices, aunque de todos, estos últimos se aparean.
De estas varias consideraciones y de los muchos hechos especiales que hemos reunido, se deduce que en los animales y en las plantas es ley de la naturaleza, muy general, si no es universal, el cruzamiento accidental entre individuos distintos.
Aunque las regiones pequeñas y aisladas han sido en algunos conceptos altamente favorables para la producción de nuevas especies, el curso de las modificaciones habrá sido por lo general más rápido en regiones grandes, y lo que es más importante, que las nuevas formas producidas en áreas extensas, y victoriosas sobre muchos competidores, serán las que más se extiendan y den lugar a mayor número de variedades y especies nuevas, desempeñando así el papel más importante en la historia del cambio del mundo inorgánico.
Aunque las regiones pequeñas y aisladas han sido en algunos conceptos altamente favorables para la producción de nuevas especies, el curso de las modificaciones habrá sido por lo general más rápido en regiones grandes, y lo que es más importante, que las nuevas formas producidas en áreas extensas, y victoriosas sobre muchos competidores, serán las que más se extiendan y den lugar a mayor número de variedades y especies nuevas, desempeñando así el papel más importante en la historia del cambio del mundo inorgánico.
En conclusión, dijeron: “que para las producciones terrestres, toda región continental grande que haya pasado por muchas oscilaciones de nivel habrá sido la más favorable a la producción de muchas formas nuevas de vida, propias para durar por largo tiempo y para extenderse considerablemente.”
EXTINCIÓN CAUSADA POR LA SELECCIÓN NATURAL.
La selección natural obra solamente por medio de la conservación de las variaciones que son en algún concepto ventajosas.
Querían hacernos comprender que cualquier forma representada por pocos individuos correrá mucho riesgo de quedar completamente extinguida durante grandes fluctuaciones en la naturaleza de las estaciones o por crecimiento temporal en el número de los enemigos naturales.
Con la razón de que las especies raras se modifican o mejoran con menor rapidez, son derrotadas en la lucha por la existencia por los descendientes modificados y mejorados de las especies más comunes.
Por estas diferentes consideraciones se cree inevitable que, al formarse en el curso del tiempo nuevas especies por medio de la selección natural, se hacen otras cada vez más raras hasta que finalmente se extinguen.
EFECTOS PROBABLES DE LA ACCIÓN DE LA SELECCIÓN NATURAL POR MEDIO DE LA DIVERGENCIA DE CARÁCTER Y DE LA EXTINCIÓN SOBRE LOS DESCENDIENTES DE ANTECESORES COMUNES.
Los descendientes modificados de cualquier especie prosperarán mejor cuando más diversificados lleguen a ser en estructura, estando así en disposición de apropiarse lugares ocupados por otros seres. Veamos ahora cómo este principio del beneficio obtenido por la divergencia de carácter tiende a obrar alternando con los principios de la selección natural y de la extinción.
Se supone que las variaciones son en extremo ligeras, pero de naturaleza diversificada, y que todas no aparecen simultáneamente, sino a menudo después che largos intervalos, sin durar períodos iguales. Sólo se conservan o se escogen naturalmente aquellas variaciones que de algún modo son ventajosas; aquí entra en juego la importancia del principio de ventaja que deriva de la divergencia de carácter, porque esta generalmente conducirá a que las variaciones más diferentes o divergentes (representadas por líneas de puntos exteriores) se conserven y acumulen por la selección natural. Cada uno de los intervalos existentes entre las líneas horizontales del diagrama puede representar mil o más generaciones, y después de este período de tiempo se supone que la especie A ha producido dos variedades perfectamente marcadas, a saber: al y ml. Estas dos variedades estarán aún expuestas a las mismas condiciones que hicieron variables a sus progenitores, y la tendencia a la variabilidad será en sí misma hereditaria; por consiguiente, tenderán igualmente a variar por lo común, casi del mismo modo en que lo hicieron sus padres y siendo sólo dos formas ligeramente modificadas, tenderán a heredar aquellas ventajas que hicieron a su padre A más prolífico que a la mayor parte de los otros habitantes del mismo país. Además, también heredarán aquellas ventajas más generales que hicieron que el género al que pertenecía la especie madre fuera grande en el país natal. Todas estas son circunstancias favorables a la producción de nuevas variedades.
De este modo, las variedades o descendientes modificados del padre común A irán generalmente aumentando en número y divergiendo en carácter. Si suponemos que es excesivamente pequeño el cambio entre cada línea horizontal de nuestro diagrama, estas tres formas serán todavía tan sólo variedades bien marcadas; pero basta suponer que son más numerosos o mayores en cantidad los pasos en el procedimiento de modificación, para convertir primero estas tres formas en especies dudosas, y por último, en especies bien definidas. Así el diagrama nos enseñaría los pasos por los cuales las diferencias pequeñas que distingue a las variedades van creciendo hasta constituir las diferencias más grandes que distinguen a las especies. Continuando el mismo procedimiento por número mayor de generaciones, como se ve en el diagrama de una manera condensada y simplificada, tenemos ocho especies marcadas con las letras que van de a14 a m11, todas descendientes de A. Así creemos que se multiplican las especies y se forman los géneros.
La selección sexual dará también caracteres útiles a los machos solamente en sus luchas o rivalidades con otros, y estos caracteres serán transmitidos a un sexo solo o a los dos, según la forma de herencia que prevalezca.
La selección natural también conduce a la divergencia de carácter, porque cuanto más diverjan los seres orgánicos en estructura, hábitos y constitución y de este modo, las diferencias pequeñas que distinguen a las variedades de la misma especie tienden firmemente a aumentarse, hasta que igualan a las diferencias más grandes que hay entre especies del mismo género y aun de géneros distintos.
La selección natural, como acaba de observarse, conduce a la divergencia de carácter y a mucha extinción de las formas menos adelantadas e intermedias. Es verdaderamente un hecho maravilloso, por más que la familiaridad nos haga no maravillarnos de él, que todos los animales y todas las plantas en todo tiempo y en todo el espacio estén relacionados unos con otros en grupos subordinados a grupos, de la manera que en todas partes los vemos, a saber: variedades de la misma especie más íntimamente relacionadas; especies del mismo género menos íntima y desigualmente relacionadas, formando secciones y subgéneros; especies de distintos géneros mucho menos relacionadas; géneros relacionados en diferentes grados, formando subfamilias, familias, órdenes, subclases y clases. Si las especies hubieran sido creadas independientemente, no habría explicación posible para esta clasificación, que hoy se explica por la herencia y por la acción compleja de la selección natural, de la que resulta la extinción y la divergencia de carácter, como podríamos verlo gráficamente en las líneas que hemos ido trazando en el diagrama.
BIBLIOGRAFIA
Libro "origen de las especies" de Charles Darwin.
IMÁGENES: www.google.com
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